Investigación sobre técnicas y estrategias asertivas para el manejo de niños con Asperger
Resumen
El síndrome de asperger fue identificado por primera vez en la década de 1940 por el medico Vienes Hans Asperger. El notó que cuatro niños con inteligencia y desarrollo de lenguaje normales exhibían comportamientos similares a los niños con autismo, tales como impedimentos sociales, dificultades en la comunicación, e insistencia en la rutina.
En 1994 el término “síndrome de Asperger” fue añadido al manual estadístico y diagnóstico, 4ta edición (DSM-IV) de la Asociación Estadounidense de psiquiatría.
Los niños con Síndrome de Asperger tienen problemas en la interacción social, en la comunicación y carecen de flexibilidad de pensamiento, pueden tener una imaginación pobre, intereses muy intensos o limitados y mucho apego a las rutinas. Para poder hacer un diagnóstico, es necesario encontrar distintos tipos y grados de discapacidad, ya que cada niño con síndrome de Asperger tiene una personalidad única moldeada por experiencias vitales individuales, los efectos más comunes son las relaciones sociales, pues algunos niños prefieren la soledad, se incomodad si alguien se les acerca, muchas veces quieren ser sociables, pero cuando se aproximan a los demás lo hacen con torpeza, muy pocas veces miran a los ojos. Tienen grandes problemas a la hora de captar indicaciones sobre lo que se espera de ellos, hablan de una forma monótona la mayoría de sus conversaciones giran en torno a un tema preferido por ellos, no entienden los chistes. Además, la ausencia de expresión facial, la gesticulación limitada y la malinterpretación del lenguaje corporal de
Los demás son otros factores que contribuyen a sus dificultades en la comunicación. Imaginación e inflexibilidad de pensamiento. Estos niños también pueden contar con aspectos positivos de importancia considerable, a pesar de sus dificultades en el ámbito social. Es frecuente que posean una memoria mecánica excepcionalmente buena; intereses extraordinariamente definidos, aunque limitados; un léxico extenso; conocimiento o habilidades profundas en las áreas científica o tecnológicas.
Por todo lo anterior, se considera necesario que las personas cercanas a niños con este síndrome manejen técnicas y estrategias específicas que les facilite la inclusión tanto en el ámbito social, como educativo.